Un gusto desmedido por la música es lo que siempre he sentido, por sobre lo que me llega a interesar, la música me ha enseñado mucho más de lo que pudiera esperar de las personas.
Desde un simple sonido autoctono, música de viento, cuerdas o tambores me hacen viajar. Lo ví desde que en un momento de larga angustía me puse a pensar en un huapango, en lugar de pensar en dios o rezar un credo, y es que tal actividad, esa de hacer música, ha reiventado mucho más que la alegría o la motivación hacia alguién más: hace volver a creer en la vida.
El punto en concreto de traer esta sección denominada "sensacinal de música: vol.1" es con el fin de traer de nueva cuenta un poco de asuntos de gusto de este miserable donadie, humilde y arrogante punk. Su servilleta pue.
En este momento quiero traer un par de piezas de bien acá, del norte, un poco de picardía así como cultura machista, que a decir verdad, no ha aflojado la opresión de generos y que en definitiva no apoyo, esto es música, un corrido para empezar, canción popular de princiios del siglo pasado, pero interpretado por Los Lobos: Anselma.
Y esque esto va como forma de reivindicar un gusto, una pasión, y sobre todo por seguir ocupando este terruño en la red, que se ha forjado desde mediados del año 2005, acá seguimos.
1 comentario:
venga aca andamos :D
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